El Yin y el Yang
La figura taoísta que representa el Yin y el Yang, mencionada TAO, es un dibujo conocido alrededor del mundo. En el dibujo vemos dos fuerzas opuestas y complementarias que forman un todo, que fluyen la una en la otra y que una siempre tiene parte de la otra.

En la explicación taoísta del Yin y del Yang, Yang es la parte de la montaña en la que toca el sol y Yin es la parte sombría de la montaña. Yang es acción, movimiento, calor, el cielo, la parte masculina, la expansión. El Yang tiene las características del fuego. Yin es quietud, relajamiento, frío, la tierra, la parte femenina, la interiorización. El Yin tiene las características del agua.
Yin y Yang son dos fuerzas en movimiento continuo, dos fuerzas que expresan lo mismo, el TAO, la vida. La una no es nada sin la otra y la una siempre tiene parte de la otra.

En medicina china, constantemente hacemos referencias al Yin y al Yang y encontramos desequilibrios por un exceso de Yang o por una deficiencia de Yin. Esta explicación de la salud y de la enfermedad tan antigua, sencilla e incluso primitiva, puede ayudarnos a entender algunas situaciones reales de nuestra vida, de nuestra salud y de nuestra forma de enfermar:

Un cuadro en el que el Yang está en exceso dará intranquilidad, sensación de calor, enrojecimiento en la cara, orinas oscuras, dolor de cabeza con sensación expansiva entre otros.

Un cuadro con una deficiencia de Yin puede dar sequedad en la piel, sequedad en los ojos y en la garganta, heces secas, orinas escasas, etc.

Si estudiamos todas las relacionas posibles entre Yin y Yang nos encontramos con seis estados que pueden ayudar a explicarnos diversas situaciones de nuestra vida sana y también patológica:
Yin y Yang
en equilibrio relativo
Deficiencia extrema de Yang, estancamiento de Yin
Deficiencia de Yang,
síndrome frío
Deficiencia extrema de Yin, calor por vacío
Deficiencia de Yin,
síndrome caliente
Exceso de Yin y de Yang.
Humedad calor